Olvida su nombre, hermano
Me llamo Julián y esa mañana de domingo cambió mi vida para siempre. Un golpe en la puerta me despertó y, al abrir, me encontré con mi hermano menor, Gabriel, trayendo consigo un secreto que destrozaría la confianza de nuestra familia. Entre reproches, lágrimas y decisiones imposibles, tuve que enfrentar el dilema de perdonar o dejar atrás a quienes más amaba.