Nadie podía traer a mi nieto, hasta que una visita inesperada lo cambió todo: El viaje de mi padre hacia el perdón
Todo comenzó con una llamada de mi hijo Santiago, quien me dijo que no podría traer a mi nieto Emiliano ese fin de semana. La soledad me invadió, pero una visita inesperada de mi propio padre, con quien llevaba años sin hablar, me obligó a enfrentar heridas del pasado. Entre lágrimas, reproches y recuerdos, descubrí el verdadero significado de la familia y el perdón.