Cinco años de silencio: ¿Qué pesa más, la sangre o la deuda?
Hace cinco años, mi esposo y yo prestamos una gran suma de dinero a sus padres. Hoy, la deuda no solo sigue sin pagarse, sino que ha desgarrado nuestra familia y mi corazón. Entre la presión de mi madre y el deseo de mi esposo de perdonar la deuda, me debato entre el amor y la justicia.