Huéspedes sin invitación: El día que exploté en la casa de mi abuela
Siempre fui la nieta que recibía a todos con una sonrisa, pero el abuso de la confianza familiar y vecinal me llevó al límite. Una tarde, con la casa llena de visitas inesperadas, tomé una decisión drástica que cambió la dinámica de mi familia para siempre. Ahora me pregunto si hice lo correcto o si debí seguir soportando en silencio.