Lágrimas en la Boda: El Silencio de una Madre
En el día más esperado de mi hijo, mis lágrimas no eran de felicidad, sino de una profunda decepción. Luché contra su decisión de casarse con alguien que sentía ajena a nuestra familia, pero mi voz se perdió entre sus sueños y su terquedad. Hoy, mientras la distancia crece y una nueva presencia amenaza con rompernos aún más, me pregunto si alguna vez podré sanar este dolor.