El último abrazo de Luciana: Entre lágrimas y esperanza en un hospital de Bogotá
En una noche lluviosa en Bogotá, tuve que despedirme de mi hija Luciana en la fría habitación de un hospital. Decidí donar sus órganos para que otros niños tuvieran una oportunidad de vivir, enfrentando el dolor más grande de mi vida. Esta es la historia de cómo el amor y la esperanza pueden nacer incluso en medio de la pérdida más profunda.