Cuando la pensión se convierte en promesa: una historia de amor y desengaño familiar
Mi nombre es Rosa Elena y esta es la historia de cómo la promesa de mi nieto, Mateo, de quedarse conmigo cuando recibiera mi pensión, se convirtió en el centro de mi vida y, al mismo tiempo, en mi mayor desilusión. Entre tardes en el cerro del barrio, recuerdos de una familia rota y la esperanza de un futuro mejor, aprendí que el amor y el dinero pueden entrelazarse de formas dolorosas. Esta es una confesión sobre la soledad, la vejez y las promesas que a veces no deberían hacerse.