Ese niño no es mío
En medio de una tormenta, mi esposo me echó de casa acusando que nuestro hijo no era suyo. Con mi bebé en brazos y el corazón destrozado, enfrenté el rechazo, los prejuicios y la soledad, luchando por demostrar la verdad y proteger a mi pequeño. Esta es la historia de cómo el dolor puede transformarse en fuerza y esperanza, incluso cuando todo parece perdido.