El diario de mamá: secretos entre paredes viejas
Cuando volví al departamento de mi madre en el centro de Guadalajara, cinco meses después de su muerte, la vecina me entregó un diario que ella le había confiado para mí. Descubrir las páginas de ese cuaderno fue como abrir heridas que creía cerradas y enfrentarme a verdades familiares que nunca imaginé. Entre el polvo, el olor a humedad y los recuerdos, tuve que decidir si el pasado debía quedarse enterrado o si era hora de sanar.