Un adiós navideño y un milagro de Año Nuevo

Un adiós navideño y un milagro de Año Nuevo

En la víspera de Año Nuevo, mientras el aroma del cerdo asado llenaba la cocina, esperaba a mi esposo con el corazón apretado. La noche prometía ser especial, pero su ausencia y el peso de un secreto familiar amenazaban con romperlo todo. Entre lágrimas, reproches y una inesperada llamada, descubrí que a veces los milagros llegan cuando menos los esperamos.