La culpa que no se dice: Cuando mamá vino a vivir con nosotros
Mi nombre es Camila y esta es la historia de cómo la decisión de traer a mi madre a vivir a nuestra casa desató una tormenta en mi matrimonio con Julián. Entre el amor filial, las tensiones económicas y los silencios que pesan más que las palabras, aprendí que la culpa puede ser un huésped silencioso que destruye lo que más amas. Hoy me pregunto si alguna vez podré perdonarme por lo que pasó.