El testamento que rompió mi familia: Heridas que no sanan
Me llamo Mariana y jamás imaginé que un simple papel, un testamento, destruiría los lazos que tanto luché por construir con la familia de mi esposo. El día que mi suegra leyó el testamento, sentí cómo la injusticia y el dolor me atravesaban, como si todos los años de entrega y cariño hubieran sido invisibles. Esta es la historia de una herencia que desató viejas heridas, silencios y preguntas sin respuesta.