Desde que se cayó la cuchara: Renacer en el silencio de la ausencia
Una mañana, la cuchara cayó de mi mano y supe que mi vida ya no era la misma. La soledad, antes apenas un susurro, se convirtió en un grito ensordecedor tras la muerte de mi esposo. Pero un encuentro inesperado y la llegada de una nueva familia me obligaron a replantear todo cuando ya había perdido la esperanza.