El sostén que se perdió en su propia bondad: Diario de Víctor
Regresé a casa agotado, como siempre, y encontré a mi madre llorando en la cocina. Mi abuela, con su voz dura, me echó en cara todo lo que había sacrificado por mi familia. Esta es la historia de cómo mi deseo de proteger a los míos me llevó a perderme a mí mismo.