¿Dónde te escondiste?
Hoy otra cosa ha desaparecido. Primero fueron los guantes, luego las llaves, después la bufanda vieja. Ahora, cuando la caja de hilos que siempre estuvo sobre el aparador también se ha esfumado, me siento derrotada y asustada. ¿Será la edad, el cansancio, o algo más profundo que me está robando pedazos de mi vida?