La Última Petición de Doña Elizabeth: Un Límite Insoportable
Desde el primer día que mi suegra, Elizabeth, cruzó la puerta de nuestro pequeño departamento, su presencia cambió todo. Isaac y yo intentamos mantener la paz, pero su última petición puso a prueba los límites de nuestro amor y nuestra paciencia. Ahora me pregunto si alguna vez podré perdonarla… o perdonarme a mí misma.