Doce años de silencio: La verdad que nunca quise escuchar de mi nieta
Durante doce años crié a mi nieta Camila, creyendo en la mentira de que su madre se había ido a Estados Unidos. Una noche, Camila me reveló la verdad y mi mundo se vino abajo. Ahora me pregunto si el amor basta para sanar heridas tan profundas.