Le alquilamos la casa al hermano de mi esposo: Cuando la familia duele más que un extraño
En un intento por ayudar a la familia, le alquilamos nuestra casa al hermano de mi esposo, Julián. Lo que empezó como un acto de solidaridad se convirtió en una pesadilla de traiciones, discusiones y heridas profundas. Hoy me pregunto si realmente vale la pena arriesgar la paz familiar por ayudar a los nuestros.