El Secreto de Mi Primer Sueldo: Un Vínculo que el Tiempo No Borra
En 1958, siendo apenas un adolescente en un barrio humilde de Buenos Aires, entregué mi primer sueldo a mi madre como símbolo de amor y gratitud. Décadas después, al encontrar ese dinero intacto y escondido, descubrí una verdad familiar que me marcó para siempre. Esta es la historia de cómo un simple gesto puede revelar heridas profundas y silenciosas en el corazón de una familia latinoamericana.