Entre el amor y el desarraigo: ¿Hice bien en pedirles que se fueran?
En medio de una noche tormentosa, enfrenté la decisión más dura de mi vida: pedirle a mi hijo y a mi nuera que dejaran mi casa. Mi corazón de madre se rompió, pero sentí que mi salud mental y mi dignidad estaban en juego. Ahora, me pregunto si el amor propio puede convivir con el amor de madre sin destruirnos por dentro.