Cuando mi nieta se volvió mi huésped y yo, una extraña en mi propio hogar
Acepté que mi nieta Camila viviera conmigo durante la universidad, pero nunca imaginé que mi casa dejaría de ser mía. Entre el bullicio de su juventud y mis silencios, la distancia creció hasta que sentí que ya no tenía un lugar. Ahora me pregunto si el amor basta para sobrevivir a los cambios que trae la vida.