Nuestra casa, pero no es nuestra: historia de una familia, una casa y una traición
El día que mi suegra le entregó las llaves de la casa a mi cuñado, sentí que el mundo se me venía abajo. Mi esposo y yo habíamos invertido todo en ese hogar, pero de pronto nos convertimos en extraños en nuestra propia vida. Entre silencios y palabras no dichas, me pregunto cuánto dolor puede soportarse en nombre de la familia.