Cuando la puerta del pasado se abre: El café con mi exsuegra
Una llamada inesperada de mi exsuegra, Doña Carmen, removió heridas que creía cerradas. El reencuentro nos obligó a enfrentar viejos resentimientos y secretos familiares nunca confesados. Entre lágrimas y reproches, descubrí que el perdón puede ser tan difícil como necesario.