Un año con mi hermano: cuando la familia se convierte en prueba de fuego
Mi vida tranquila cambió cuando acepté que mi hermano menor, Julián, viniera a vivir conmigo «por un tiempo». Lo que empezó como un acto de apoyo fraternal se convirtió en una convivencia llena de tensiones, secretos y heridas familiares nunca sanadas. Ahora, después de un año, me pregunto si la familia realmente es lo más importante o si a veces hay que aprender a poner límites.