Mi hija, treinta y tantos, y aún no crece: el grito silencioso de una madre en Lima
Soy Rosa, una madre limeña que ha dedicado su vida a su hija Lucía. Ahora, con más de treinta años, Lucía sigue viviendo como si tuviera diecisiete, y yo me debato entre la culpa, el cansancio y el miedo al futuro. Esta es la historia de mis días llenos de amor, frustración y preguntas sin respuesta.