Perdóname, mi amor…
Desperté con el sol atravesando la cortina rota y la voz de mi esposa, Mariana, como un látigo en la penumbra. Mi vida, marcada por el alcohol y la culpa, se desmoronaba mientras luchaba por recuperar la confianza de mi familia. Esta es la historia de cómo toqué fondo en un barrio de Ciudad de México y busqué redención entre lágrimas, reproches y el amor que aún sobrevivía.