Entre la nostalgia y el desarraigo: la decisión que partió mi familia
Mi hijo Rogelio me suplicó que me mudara a la casa de campo, pero me negué. En un pueblo cálido de Jalisco, donde las bugambilias trepan los muros y los vecinos se saludan por nombre, mi vida cambió para siempre por una petición que desgarró mi corazón. Yo, Marta, siempre quise lo mejor para mi hijo menor, pero su última súplica me enfrentó a una elección que fracturó a mi familia.