El precio de un matrimonio por despecho
Me casé con Nadina solo para herir a María, la mujer que me rompió el corazón. Creí que así demostraría que ya no me importaba, pero el dolor de ese amor perdido me persiguió cada día. Ahora, entre reproches familiares y una vida que no elegí, me pregunto si alguna vez podré perdonarme.