El hogar prestado: una vida entre paredes ajenas
Mi nombre es Victoria y nunca imaginé que el día que comenzó como una fiesta familiar terminaría siendo el inicio de mi mayor soledad. Acompañé a Tadeo al aniversario de su madre, Helena Antonia, sin saber que esa noche descubriría lo que significa no pertenecer realmente a ningún lugar. Entre sonrisas ajenas y palabras dulces, mi mundo se desmoronó en silencio.