El precio de mi amor tardío: Cuando criar a un hijo a los 40 se vuelve una batalla
Mi nombre es Marcela y tuve a mi hijo, Emiliano, a los 40 años, después de años de intentos fallidos y lágrimas. Lo amé tanto que terminé dándole todo, sin límites ni reglas, y ahora enfrento el dolor de ver cómo ese amor se transformó en egoísmo y distancia. Esta es la historia de cómo el miedo a perderlo me hizo perderme a mí misma.