Fresco o Nada: El Silencio de la Cocina
Mi vida cambió una noche cualquiera, cuando intenté preparar la cena para José, el hombre que amaba. Sus exigencias y mi deseo de complacerlo nos llevaron a un punto de quiebre, donde la comida se volvió el campo de batalla de nuestras diferencias. Aquella noche, entre ollas y reproches, descubrí cuán frágil puede ser el amor cuando la terquedad y el orgullo se sientan a la mesa.