El fin de semana que nunca fue mío

El fin de semana que nunca fue mío

Esperaba un fin de semana tranquilo, pero la llamada de mi suegra lo cambió todo. Entre reproches, recuerdos y secretos familiares, descubrí que limpiar la casa era solo el pretexto para limpiar heridas más profundas. Ahora me pregunto si alguna vez podré poner límites sin sentirme culpable.