Cuando mi hermana cruzó la puerta de mi casa, nunca imaginé que yo sería la extraña
Permitir que mi hermana Halina viviera temporalmente en mi casa fue un acto de amor, pero pronto mi propio hogar dejó de pertenecerme. Entre recuerdos de una infancia compartida y el peso de la familia, tuve que enfrentar el dolor de poner límites a quien más quiero. Esta es la historia de cómo aprendí que decir ‘basta’ a un ser querido puede ser el mayor acto de amor propio.