Cuando la Casa se Llenó de Silencio y Gritos
Mi nombre es Lucía, y nunca imaginé que la crisis económica nos obligaría a abrir las puertas de nuestro hogar a la familia de mi cuñada. La convivencia, lejos de unirnos, sacó a la luz heridas viejas y nuevas, y me hizo cuestionar el verdadero significado de la familia y el sacrificio. Entre el orgullo, el resentimiento y el miedo al futuro, aprendí que a veces el amor propio también es una forma de resistencia.