A los 55 años, me di cuenta: Ya no la amo
A los 55 años, después de más de tres décadas de matrimonio con Lucía, me enfrenté a la dolorosa verdad de que mi amor por ella se había desvanecido. La rutina, los silencios y las heridas no sanadas nos alejaron, y ahora debo decidir si seguir viviendo en una mentira o buscar mi propia felicidad. Esta es la historia de cómo enfrenté el miedo, la culpa y el juicio de mi familia para intentar redescubrirme.