Creí que tenía suerte con mi nuera… pero después de la boda todo cambió
Pensé que la llegada de Mariana a la familia sería una bendición, pero tras casarse con mi hijo, su actitud cambió radicalmente. Entre silencios, miradas esquivas y tensiones cotidianas, mi hogar se convirtió en un campo de batalla emocional. Ahora me pregunto si el amor de una madre puede sobrevivir a la distancia y los secretos que se han instalado entre nosotros.