El Silencio de las Teclas: Cuando Mamá No Quiere Escuchar
Desde el primer acorde desafinado, supe que mi hija Valentina no quería seguir tocando el piano. Pero mi esposa Kaylee, ciega ante la tristeza de nuestra niña, insistía en que la música era el camino. Yo, atrapado entre el amor y la verdad, fui el único que notó el sufrimiento de Valentina.