Huí de mi boda: el precio de un amor perfecto
El día de mi boda, con el vestido blanco puesto y el corazón en la garganta, descubrí que el amor perfecto que soñaba era una jaula dorada. Entre lágrimas y gritos familiares, tomé la decisión más difícil de mi vida: huir antes de perderme a mí misma. Ahora, me pregunto si alguna vez podré perdonarme o si encontraré el valor para buscar mi propia felicidad.