Después de los sesenta: El reencuentro inesperado en el paradero
Tras cumplir sesenta años, me resigné a la soledad y a la rutina de mi vida en Lima. Pero un día, en el paradero de la avenida Arequipa, una voz del pasado me sacudió con una simple pregunta sobre libros. Ese encuentro removió heridas, recuerdos y me obligó a enfrentar lo que realmente significa estar sola.