“Sí, yo pedí el divorcio. Quiero vivir mi propia vida” — La confesión de doña Linda a su hija
En una tarde lluviosa de Ciudad de México, le confesé a mi hija mayor que había iniciado el divorcio tras cuarenta años de matrimonio. Cansada de cargar sola con la casa y el desinterés de mi esposo, decidí buscar mi libertad y dignidad. Esta es la historia de cómo enfrenté el miedo, la culpa y el juicio familiar para finalmente pensar en mí misma.