El día que mi hijo abrió la puerta: Renacer tras la violencia
Nunca olvidaré el instante en que mi hijo, con apenas tres años, abrió la puerta a la policía. Ese momento marcó el fin de años de sufrimiento y el inicio de una vida nueva, aunque llena de miedo e incertidumbre. Hoy comparto mi historia para que otras mujeres en Latinoamérica sepan que no están solas y que siempre hay esperanza.