El día que frené en seco y les pedí a mis suegros que llamaran a la mujer perfecta
En medio de una carretera polvorienta de Jalisco, detuve el auto y enfrenté a mis suegros, cansada de sus críticas y comparaciones con la ‘mujer perfecta’ que nunca fui. Mi esposo, menor que sus hermanos y siempre el consentido, miraba en silencio mientras yo rompía el silencio familiar. Ese día, entre lágrimas y gritos, decidí que mi dignidad valía más que su aprobación.