¿Vas a esperarme?

¿Vas a esperarme?

En medio de una noche de tormenta en Buenos Aires, me miro al espejo y me pregunto si alguien, alguna vez, podrá esperar por mí. A los cincuenta años, la soledad pesa más que nunca y los recuerdos de un amor perdido me persiguen. Esta es mi historia de esperanza, miedo y redescubrimiento en una ciudad que nunca duerme.