¿Puedo comer tus sobras?
Una noche lluviosa en Ciudad de México, una niña sin hogar me pidió mis sobras mientras cenaba en un restaurante de lujo. Ese encuentro inesperado me obligó a enfrentar mis propias heridas y privilegios, cambiando para siempre mi visión sobre la vida y la desigualdad. Ahora, comparto mi historia para invitar a la reflexión sobre lo que realmente significa ayudar y ser ayudado.