Entre el campo y la ciudad: El precio de vivir con mi suegra
Hace menos de un año, mi esposo y yo nos mudamos a la casa de su mamá en el campo. Lo que parecía una solución práctica se convirtió en una pesadilla emocional, llena de conflictos familiares y nostalgia por mi antigua vida en la ciudad. Ahora me pregunto si alguna vez podré recuperar la paz que perdí.