Vestidos de Marca, Corazones Rotos: La Decisión de una Madre en Lima
Desde el primer llanto de mi hija, Lili, sentí que debía protegerla de todo, incluso de la pobreza que yo misma había vivido. Quise darle lo mejor, aunque eso significara endeudarme y enfrentar el juicio de mi familia. Ahora me pregunto si realmente la estoy cuidando o solo estoy tratando de sanar mis propias heridas.