El regalo inesperado de Don Ezequiel
En una mañana gris en el centro de Ciudad de México, después de una reunión agotadora, decidí comprarme un café y una torta para animarme. Al salir, vi a un hombre sin hogar, Don Ezequiel, y le ofrecí mi comida. A cambio, él me entregó una nota misteriosa que cambiaría mi percepción de la vida y de mi propia familia.