Entre Visitas y Silencios: Mi Hogar, Mis Reglas
En mis años dorados, la llegada constante de mi familia a mi casa se convirtió en una mezcla de alegría y agotamiento. Aprendí que el amor no siempre significa presencia física, y que poner límites es un acto de amor propio. Esta es la historia de cómo luché por mi espacio sin perder a los que más quiero.