Tu orgullo nos condena: Confesiones de una hija rota
En medio de la desesperación, lucho por sacar adelante a mis hijos mientras mi madre y mi abuela, llenas de orgullo y resentimiento, se niegan a tendernos la mano. Entre discusiones, silencios y lágrimas, me enfrento al peso de la culpa y la impotencia, preguntándome si algún día podremos romper el ciclo de dolor familiar. Esta es mi historia, marcada por el amor, el orgullo y las palabras que nunca nos atrevimos a decir.