Cuando mi prima llegó a casa: el precio oculto de la familia
Mi prima Lucía vino a vivir conmigo en Ciudad de México para ayudarnos mutuamente, pero pronto la convivencia se volvió una pesadilla. Entre discusiones, diferencias de valores y el peso de la economía, descubrí que la familia puede ser la mayor bendición y también la más dura lección. Ahora me pregunto si el sacrificio por los lazos de sangre siempre vale la pena.